Bueno, empezamos septiembre con una receta sencilla y sabrosa. Unas simples pechugas de pollo se animan mucho con el interior fundido de la mozzarella y el aroma inconfundible de la albahaca. Para acompañar, unos tomates confitados, que completan un plato colorido y muy apetecible.
Ingredientes para las pechugas
Pechugas de pollo enteras y deshuesadas (1 por comensal), abiertas por la mitad como un libro
2 rodajas de mozzarella por pechuga
Hojas de albahaca fresca
Sal, pimienta, pan rallado
Colocar dos rodajas de mozzarella y una o dos hohas de albahaca sobre un lado de cada pechuga abierta y salpimentada; cerrarla sobre si misma. Colocar las pechugas en una fuente para el horno y salpimentar la superficie. Espolvorear con pan rallado y pulverizar con AOVE. Hornear a 200 durante unos 25 min. Una vez fuera del horno, aderezar cada pechuga con una cucharada de pesto.
Ingredientes para los tomates confitados:
Tomates pera maduros, en cantidad suficiente para llenar una bandeja de horno
Sal y pimienta
Azúcar
Especias al gusto (orégano, hierbas provenzales, ajo y perejil...)
AOVE
La elaboración es muy sencilla: cortamos los tomates en cuartos y los disponemos sobre papel de hornear en una bandeja de horno. Los espolvoreamos con las especias, un poco de sal y azúcar y los pulverizamos con aceite de oliva virgen extra. Los horneamos muy suavemente (90 /100) durante unas tres horas. En esta ocasión a mi me parece que les sobraron unos minutos de horneado, pero deben quedar sequitos.
Ingredientes para el pesto (las cantidades son orientativas, yo confieso que lo hago siempre a ojo)
1 manojo de hojas de albahaca
50 gr. de piñones
50 gr. de queso parmesano (con Grana Padano queda también muy bien y es más económico)
1 diente de ajo
100 ml de AOVE
Triturar juntos todos los ingredientes hasta obtener una salsa homogénea. Puede ser necesario añadir un poco más de aceite. En realidad, podemos ajustar las cantidades a nuestro gusto: más o menos queso o ajo, incluso cambiar los piñones por almendras...
Así es como presentamos el plato en casa:
Qué delicia, me encantaron, tengo que probarlas, qué bonita presentación!
ResponderEliminarUn besito y feliz semana
Muchas gracias, Esmeralda! Est'an muy ricos, la verdad es que tengo debilidad por la albahaca...
EliminarVictoria, pero hija mía! que delicia de pechugas con esa salsita de pesto. Mira hace un momentito me comí un plato de pasta al pesto, pero nada que ver con esa salsa recién hecha y con esos magníficos ingredientes. Tomo buena nota de la receta. Un besazo
ResponderEliminar¡Qué alegría que te guste! La verdad es que merece la pena el pesto casero, en unos segundos tienes una salsa estupenda y ajustable a tu gusto...
EliminarBuenas!! El pesto casero es imprescindible, pero para mí me ha encantado que expliques lo fácil que es hacer en el horno unos tomates confitados, que luego incluso se pueden guardar en tarros con aceite de oliva y se usan en muchas recetas en un momento. Yo lo hago y están riquísimos. Saludos guapa >_<
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