La elaboración es relativamente sencilla: se realiza una masa de pan que se recubre con una pasta hecha con harina de arroz. Al hornearse, la masa de pan sube más que la corteza, agrietándola de forma característica. La única particularidad es que se utiliza aceite de sésamo tostado, tanto en la masa como en la cobertura, lo que da un sabor y un aroma deliciosos. Este tipo de aceite es muy fácil de encontrar en la sección de productos orientales de las grandes superficies.
Esto, que a priori parece bastante fácil, ¡me ha costado tres intentos! No había manera de conseguir que la cobertura se craquelara con la primera receta que probé. La repetí subiendo la temperatura inicial del horno, pensando así que el pan tendría más fuerza al subir y podría abrir la corteza, pero ni por esas, así que a la tercera, cambié de receta y ¡lo conseguí! Con la receta que comparten en la página de Daring Kitchen salió perfecta.
Ingredientes del pan:
500 gr. de harina de fuerza
7 gr. de levadura de panadería (en polvo)
60 ml. de agua templada
240 ml. de leche templada
20 gr. de azúcar
30 ml. de aceite de sésamo tostado
10 gr. de sal
Mezclar los ingredientes líquidos con la levadura y el azúcar en la cubeta de la amasadora y esperar unos minutos a que empiecen a salir burbujitas. Añadir la harina y la sal y conectar el programa amasado (en mi máquina dura 15 min). Queda una masa lisa, que se despega perfectamente de las cuchillas y las paredes. Formar una bola y colocar en un bol pincelado con aceite. Tapar con papel film y dejar reposar hasta que, por lo menos, doble su volumen.
Dividir la masa en 8 porciones y darles forma de bola, Colocar en una fuente de horno y dejar reposar mientras preparamos la cobertura. Encender el horno para que alcance 200º de temperatura
Ingredientes de la cobertura:
120 ml. de agua templada
120 gr. de harina de arroz
7 gr. de levadura de panadería (en polvo)
1 cucharada de aceite de sésamo tostado
Media cucharadita de sal
Mezclar los ingredientes de la cobertura hasta obtener una pasta espesa, que caiga lentamente de la cuchara, con textura parecida a la de un ganache. Dejar que repose 15 min.
Cubrir los bollos con una cantidad generosa de cobertura, ayudándonos con una cuchara. Debe quedar una capa gordita. Introducir la bandeja en el horno, pulverizar agua para crear vapor y dejarlos unos 25 o 30 minutos, hasta que la costra craquele y se dore.
Este es el espectacular resultado...
La corteza es muy crujiente, y el interior es mullido y suave.
Preparé unos ricos bocadillos con queso crema, salsa de eneldo, aguacate, salmón ahumado y brotes de espinaca y rúcula.
Estaban espectaculares así, pero también para desayunar, con mantequilla y mermelada, un pan verdaderamente fácil de hacer y buenísimo.
Aquí dejo testimonio del fracaso de mi segundo intento al lado del pan tal y como debía quedar, no es que estuviera malo, pero qué decepcionante aspecto... y tampoco tengo claro que es lo que falló; en cualquier caso, ¡reto superado!.
Te han quedado perfectos, preciosos, bonitos, desde luego que el cuarteado es complicado, veo que todos hemos pasado por lo mismo, jajaja.
ResponderEliminarSaludos panarras.
Que pasada de pan, me chifla como queda y ademas se ve de una miga genial!!!! Preciosos!!!
ResponderEliminarBesitosss