¡Por fin puedo reincorporarme a los retos que tengo tan abandonados...! Uno de los propósitos más firmes para este año cuyo primer mes está llegando a su fin es cumplir con los retos culinarios que tantas satisfacciones me reportan, y empiezo con este de Tía Alia, al que tengo especial cariño... En esta ocasión, la anfitriona del reto viajero es Virginia, del blog Sweet and Sour, uno de los blogs con recetas y fotos más cuidadas y apetecibles que conozco.
De las dos recetas que propone Virginia para preparar, me he decidido por la salada, todo un clásico de la cocina de fiesta: el txangurro. Nunca se me había ocurrido prepararlo en casa, es de esas recetas que, a priori, me parecían difíciles de hacer y complicado que quedaran bien. ¡Qué equivocada estaba! Por lo menos, siguiendo las indicaciones de la Tía Alia (con alguna variación), el éxito está asegurado.
Cuando vi como era la receta me acordé de un plato que he tomado en verano en el Algarve portugués y que me entusiasmó: ellos lo llaman "zapateira" y se trata de centollo relleno, parecido al txangurro, pero con un toque más cremoso, porque en la mayoría de las ocasiones le añaden mayonesa al relleno. Así que esa ha sido la licencia que me he permitido en mi preparación. El resultado nos ha gustado muchísimo, aunque dudo que sea la forma tradicional de preparar esta receta. Probablemente, con un buen centollo del norte, no sea necesario utilizar tantos ingredientes que le den sabor (¡puede que incluso sea un delito!)
El ingrediente principal es, evidentemente, el centollo. He tenido la suerte de encontrar unos ejemplares a muy buen precio, justo después de las fiestas, de los que, preparados solo cocidos pueden ser un poco menos sabrosos, pero que me parecen ideales para una receta como esta. En el mismo súper los cocieron sobre la marcha y así de majetes estaban...
Ingredientes y elaboración:
Dos centollos cocidos a los que extraeremos toda la carne del caparazón y las patas, así como el jugo.
1 cebolla mediana picada
2 dientes de ajo picados
1 vasito de vino blanco
2 cucharadas de salsa de tomate
2 cucharadas de mayonesa
1 cucharada de mostaza
1 cucharadita de salsa Perrins
3 ó 4 cucharadas de pan rallado
En una sartén amplia, rehogamos en un poco de aceite la cebolla y el ajo hasta que estén hechos. Añadimos el vino y dejamos que se evapore el alcohol. Se echa el tomate, la mayonesa, la mostaza y la salsa Perrins, y se remueve. Añadimos la carne y los jugos de los centollos y dejamos cocer unos minutos. Probamos y rectificamos de sal. Rellenamos las conchas de los centollos con la preparación y las espolvoreamos con pan rallado. Metemos en el horno con el grill encendido unos minutos para que se dore y servimos inmediatamente, acompañado de tostaditas de pan.
Ha sido todo un descubrimiento esta receta, sencillísima de elaborar; lo más entretenido ha sido vaciar la carne de los centollos, patas incluidas, pero el trabajo ha merecido la pena. Queda una preparación de lujo y de lo más presentable y gustosa, ideal para invitados o para darnos un homenaje...
¡Seguro que la repetiré!
Buenos días, qué buena pinta tiene tu txangurro!! un poco pesadinos de hacer pero exquisito, bsss
ResponderEliminarQue rico!!!! yo no elegí esta receta porque en Salamanca no los hay buenos, tú centollo es espectacular!!! me encanta!!! un muac.
ResponderEliminarQue suerte Victoria, yo por lista y dejarlo, por razones de peso, para después de las fiestas no he encontrado ni uno... y no he podido participar, por eso ahora me los veo todos con una envidiaaaa uuumm que bueno.
ResponderEliminarBesos
Nieves
Nos encontramos en la versión salada!
ResponderEliminarEl txangurro me encanta, toda la vida en casa se ha comido en navidad, y cuando lo vi, no pude resistirme. Te ha quedado genial también a ti!
Que rico te ha quedado, me parece que tendré que hacer en breve porque me he quedado con las ganas. Besos.
ResponderEliminarÉsta también es de las versiones que más se parecen a lo que acostumbro a hacer. Tengo una amiga especialista en txangurros...y me ha recordado mucho a los de ella, así que doy fe visual de que está riquísimo.
ResponderEliminarUn besote