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martes, 5 de abril de 2016

Rosquillas de Ansel

Hoy presento una receta sencilla y estupenda, unas clásicas rosquillas de anís. La receta es de Ansel, la madre de mi amiga Miriam, y es una de esas recetas de toda la vida que, por lo menos a mi, me transportan a los olores y sabores de mi infancia. Aunque suelo evitar las frituras, he de confesar que me pierden estos dulces, que yo llamo 'de Abuela', y que me apetece recoger aquí para que no se olviden.





Ingredientes:

4 huevos
1 vaso (de los de agua) de azúcar
1 vaso (de los de agua, menos un dedo) de aceite de oliva suave
1 vasito pequeño de licor de anís (unos 50 ml)
800 gr de harina
1 sobre de levadura de repostería
Ralladura de un limón
Aceite de oliva suave para freir

En un bol amplio, echar los huevos, el azúcar, el aceite, el anís y la ralladura y batir con el brazo de la batidora. Mezclar la harina con la levadura e incorporarla en varias tandas a la mezcla anterior con la ayuda de una cuchara de madera. Debe quedar una masa blanda y manejable que debe reposar tapada con film durante al menos una hora. Poner a calentar aceite en una sartén profunda e ir formando roscos con la mano, haciendo rollitos del grosor de un dedo que se unen por sus extremos. Freir en tandas de tres o cuatro, dándoles la vuelta cuando estén dorados por un lado. El aceite no debe estar excesivamente caliente para que se hagan bien por dentro. Sacar a escurrir en papel absorbente y rebozar con azúcar. 


Con estas cantidades sale un buen número de rosquillas (unas 30) que están deliciosas, ya sea en el desayuno, con el café o (mi momento preferido) por la noche a última hora, con un vasito de leche fría.


¡Gracias, Ansel y Miriam! Es de esas recetas que pienso guardar con todo el cariño del mundo...


miércoles, 2 de marzo de 2016

Bizcocho invertido de naranja sanguina

Esta semana vengo con una receta fabulosa, aprovechando el final de temporada de las naranjas, que nos regala ese lujo de la naturaleza que son las naranjas sanguinas. Siempre me ha fascinado esta fruta, con su inquietante interior manchado de 'sangre' y su delicado sabor. Después de disfrutar de los zumos y de llenar la despensa de botes de riquísima mermelada roja, me puse a buscar una receta para preparar un postre que hiciera justicia estas preciosidades; y vaya si lo encontré, tanto de presencia como de sabor, este bizcocho invertido de naranja sanguina es espectacular.


Me basé en varias recetas que circulan por blogs americanos, en los que esta preparación parece bastante popular, la más aproximada a lo que yo he preparado se encuentra aquí. Le añadí el zumo de la naranja y las semillas de amapola y creo que fue todo un acierto.


Se trata de un bizcocho ligero y delicado, al que el cardamomo le da un toque aromático delicioso y las naranjas caramelizadas de la parte superior le aportan textura y sabor. 

Ingedientes:

220 gr. de harina de repostería
100 gr. de maizena
3 huevos
140 gr. de azúcar
1/2 sobre de levadura de repostería
125 gr. de yogur griego
90 gr. de aceite de oliva suave
1 pizca de sal
Zumo y ralladura de una naranja sanguina
1/2 cucharadita de cardamomo molido
1 cucharadita de extracto de vanilla
1 cucharada colmada de semillas de amapola
1 naranja sanguina cortada en rodajas finas
2 cucharadas de azúcar moreno
2 cucharadas de mantequilla



Elaboración:

Encender el horno a 180º y preparar un molde desmontable redondo, cuya base forraremos de papel de horno y cuyas paredes engrasaremos con mantequilla.
En un cacito pequeño, derretimos la mantequilla y echamos el azúcar moreno. Removemos  en el fuego medio hasta que esté bien mezclado. Extendemos la mezcla sobre la base del molde y la cubrimos con las rodajas de naranja. La base debe quedar bien cubierta, no importa acabalgar un poco las rodajas.
Tamizamos juntas la harina, la maizena, la levadura, las semillas de amapola y la sal. Esto se puede hacer mezclando unos segundos en la thermomix a vel.4. Reservar aparte.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen. En la thermomix, lo haremos con la mariposa durante 4 min. a vel.4 y a 37º. Retiramos la mariposa y añadimos el aceite, el yogur, el zumo, la ralladura, la vainilla y el cardamomo. Batimos 10 seg. a vel. 6. Añadimos la mezcla de harina reservada y mezclamos unos 6 seg. a vel. 3. Terminar de mezclar con la espátula. Volcamos con cuidado la masa sobre el molde que teníamos preparado y horneamos a 180º durante unos 45 min., o hasta que pinchemos una aguja y salga limpia. Esperamos unos minutos y desmoldamos. Para ello, podemos igualar la parte superior del bizcocho rebanando el copete más abultado con un cuchillo y pasamos el mismo cuchillo entre el bizcocho y las paredes del molde para asegurarnos de que esté bien despegado. Volcamos el molde sobre la fuente de servir y lo levantamos, para que las naranjas queden en la parte superior.



Desde luego, merece la pena preparar esta delicia y alegrarnos con ella el café o té de la tarde.






miércoles, 29 de abril de 2015

Tortas de aceite para el reto Bake the World

Este mes, el reto Bake the World nos propone un viaje cortito: nos vamos al sur a preparar unas estupendas tortas de aceite y anís, un dulce delicioso y facilísimo, que se puede preparar en casa con un resultado magnífico.


Para garantizar ese resultado, he seguido las instrucciones de uno de mis blogs de referencia cuando de asuntos panarras se trata, Un pedazo de pan. Merece la pena recorrerlo de arriba abajo, ya que cada receta es toda una clase magistral. Esta no iba a ser menos, y yo la he seguido al pie de la letra, aunque en lugar de a mano, he amasado con la Thermomix. No dejéis de leerla si queréis conocer todos los detalles técnicos de esta elaboración de una forma didáctica y amena. Este es el resultado:




Ingredientes:

200 gr. de harina de repostería
75 gr. de aceite de oliva virgen extra
75 gr. de agua
10 gr. de azúcar
1 gr. de sal
4 gr. de matalahúga (anís verde)
3 gr. de ajonjolí (sésamo)
2 gr. de levadura seca de panadería
Azúcar extra para rebozar





Para pesar los ingredientes en pocos gramos, (las especias, la levadura y la sal) cuento con la inestimable ayuda de esta báscula de precisión, que adquirí en Amazon por un precio muy razonable (creo recordar que unos 11€) y que es muy útil cuando las cantidades son tan pequeñas. Me ayuda muchísimo en las preparaciones que necesitan afinar en el peso de determinados ingredientes.
Echamos los ingredientes en la Thermomix, excepto el aceite y el azúcar del rebozado.Mezclamos en vel. 6 durante 30 segundos. Amasamos en vel. espiga durante 5 minutos y vamos añadiendo el aceite por el bocal del cubilete al principio de este amasado. Hacemos una bola con la masa y la colocamos en un bol, que no hace falta engrasar, porque esta masa no se pega nada, nada. Dejamos reposar cubierto un par de horas , calentamos el horno a 190º y dividimos la masa en bolitas. A mi me salieron 14 bolas de unos 25 gr. Preparamos un plato con azúcar en grano, estiramos cada bola con el rodillo muy finita y embadurnamos una cara con el azúcar. Colocamos sobre papel en una bandeja de horno con el azúcar en la parte de arriba y horneamos a 190º unos 10 minutos, o hasta que veamos que los bordes se doran. ¡No perdamos de vista el horno, que se queman en seguida!


Quedan crujientitas y aromáticas, ¡hay pocos dulces mejores para el café!



viernes, 20 de marzo de 2015

Tarta de manzana express

Esta tarta de manzana es tan fácil y tan rápida que casi no es ni una receta, pero figura sin ninguna duda entre mis dulces preferidos. Si tenemos los ingredientes preparados, en diez minutos podemos llevarla al horno, y en otros 25 ó 30 la podemos tener en la mesa. Yo suelo tener botes de compota de manzana casera congelados, que para preparaciones como ésta son estupendos. Únicamente necesitamos pelar y trocear las manzanas y cocerlas lentamente hasta que tengan consistencia de compota. No añadimos azúcar para poder utilizarla en recetas dulces o saladas, la envasamos de 200 en 200 gr. y al congelador


Ingrdientes:

Una plancha de hojaldre (en mi caso del Lidl)
200 gr. de compota de manzana casera
1 ó 2 manzanas peladas y cortadas en lonchas
3 ó 4 cucharadas de azúcar glas
30 gr. de mantequilla en cubitos


Desenrollar la plancha de hojaldre sobre papel de hornear en una bandeja de horno.


Extender la compota de manzana sobre el hojaldre, dejando dos centímetros libres en cada borde. Doblar los bordes hacia dentro y pellizcar las esquinas. Espolvorear dos cucharadas de aúcar glas sobre la compota y colocar las lonchas de manzana.


Disponer los cubitos de mantequilla por encima de las manzanas y espolvorear más azúcar. En mi caso, tenía un azúcar aromatizado al ron y la vainilla que encontré en Lidl, que le da un toque muy rico. Si no, podemos poner aúcar y canela. Hornear unos 30 minutos, o hasta que veamos el hojaldre dorado y la manzana hecha.


Espolvorear abundantemente con azúcar glas y servir templadita. Si tenemos un helado de vainilla para acompañar, será para nota. Un postre express y delicioso


sábado, 7 de marzo de 2015

¡Qué rico, mamá! Galletas de yogur de dos sabores

La propuesta de este mes del reto ¡Qué rico, mamá! ha sido elegida por Elena, la creadora del precioso blog El pastelito valiente. Tocaba hacer galletas, del tipo que quisiéramos (excepto decoradas) y con ayuda de nuestros peques, así que hubo que arremangarse y ponerse manos a la obra. En mi caso, mi hija pequeña fue la chef para la ocasión.


He de confesar que no soy mucho de preparar galletas, porque la mayoría de las recetas tienen cantidades ingentes de mantequilla y eso me echa un poco para atrás. Por otra parte, normalmente, las recetas aligeradas no salen tan ricas. Sin embargo, hace algún tiempo encontré en el blog Curulina esta estupenda receta de galletas que no llevan ni mantequilla ni aceite, se hacen con yogur griego y quedan con una textura tierna y abizcochada ideal para los niños. Además, están bien ricas; desde entonces, son habituales en nuestros desayunos y meriendas. Para darle un poco de colorido, en esta ocasión preparamos una tanda con arándanos y chocolate blanco y otra con chocolate negro y nueces, en las que sustituimos una pequeña parte de la harina por cacao Valor.


Ingredientes para cada tanda de 18 galletas:

230 gr. de harina con levadura* (210 gr. de harina + 20 gr. de cacao Valor para las de chocolate)
2 yogures griegos
80 gr. de azúcar
1 huevo
50 gr. de arándanos secos y 50 gr. de pepitas de chocolate blanco para las blancas
50 gr. de nueces picadas y 50 gr. de pepitas de chocolate negro para las de chocolate

*Si no tenemos harina con levadura, añadimos medio sobre de levadura de repostería.


La preparación no puede ser más sencilla, y mi cocinera de lujo se empleó a fondo para conseguir unas galletas estupendas. Empezamos con las galletas blancas: batimos el huevo con el azúcar hasta que esté bien espumoso, añadimos los yogures y mezclamos bien. Incorporamos un poquito de esencia de vainilla y la harina con levadura. Por último, echamos los arándanos y las pepitas de chocolate y los mezclamos. Calentamos el horno a 180º y preparamos una bandeja con papel de hornear. Con la ayuda de dos cucharas, hacemos montoncitos de masa y horneamos unos 15 minutos. Procedemos de igual manera con las galletas de chocolate.


No son las galletas más bonitas del mundo, pero están muy buenas, son facilísimas de hacer ¡y son súper sanas! 


Además, admiten todo tipo de tuneos, vainilla, chocolate, frutos secos, pasas, lacasitos, fruta escarchada...






A mi me gustaron un poquito más las blancas, pero los niños...¡el chocolate no tiene rival!


La cocinera disfrutando de su duro trabajo...




domingo, 22 de febrero de 2015

Churros: Reto Tía Alia

Cuando vi las recetas que propone Begoña, del blog Las recetas de Marichu y las mías, para el reto de Tía Alia, no tuve dudas. Los churros son una de esas recetas que he tenido eternamente pendientes, y la ocasión es estupenda para enfrentarme a ellos. La verdad es que me ha sorprendido mucho lo fáciles que son y lo ricos que salen...


La receta que propone Tía Alia se parece mucho a las que he visto por la red, aunque las proporciones varían un poco. La casi totalidad de las recetas que he visto utiliza el mismo volumen de agua que de harina, y muchas de ellas añaden un poquito de levadura, así que he decidido ir sobre seguro y es lo que he hecho.


También he contado con la inestimable ayuda de una churrera doméstica, de esas de toda la vida, que por apenas 8€ encontré en el super, ¡menuda adquisición! 



Ingredientes :

Una taza de harina
Una taza de agua
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de levadura
Aceite para freir
Azúcar en grano para espolvorear

Mezclar la harina con la sal y la levadura. Llevar el agua a ebullición y echarla inmediatamente sobre la harina. Mezclar con una cuchara hasta que la masa se desprenda de las paredes. Introducirla en la churrera (o en una manga pastelera con boquilla de estrella). Formar los churros sobre un papel de hornear (o, si somos valientes, directamente sobre el aceite caliente) y freir en aceite caliente por ambos lados hasta que se doren. 


Yo los hice en forma de lazo y alargados y quedaron estupendos, nada que envidiar a los que compramos en la calle...


Por supuesto, no puede faltar un buen chocolate a la taza, espesito y calentito.



En 15 minutos, los tenemos en la mesa, así que me parece que voy a tener pocas excusas para hacerlos a menudo.               La churrera que utilicé viene con boquillas de diferentes anchuras, en esta ocasión utilicé la intermedia, que corresponde al diámetro habitual de los churros, pero pienso probar como quedan más gorditos. 

















En casa se las prometen felices, vamos a tener churros mucho más a menudo!



A ver qué han preparado mis compañeras de reto...













sábado, 7 de junio de 2014

¡Qué rico, Mamá! Polos de yogur y mango

Esta es mi primera participación en los retos ¡Qué rico, Mamá! y me estreno con una propuesta de lo más apetecible, ideada por la anfitriona de este mes, Beatriz, del estupendo y divertido blog Tengo un plan b. Nada menos que postres fresquitos y bonitos, para que a nuestros peques les entren por los ojos. Yo me he decidido por un dulce que, además de fresquito y mono es bien sano, pues no lleva grasas y está endulzado con sirope de ágave, un edulcorante natural de muy bajo índice glucémico. ¡Y no sabéis qué resultado más bueno! En casa ha sido todo un éxito.


Conseguí la idea de un programa de Canal Cocina, concretamente La cocina de Bill e Notting Hill. Bill Granger es un chef australiano que regenta un restaurante en Londres y vive allí con su familia. Me encanta su cocina fresca y aromática y, como él tiene hijas pequeñas, a menudo prepara recetas saludables y apetecibles pensando e ellas. En uno de sus programas hacía estos polos de yogur y mango que me enamoraron en seguida; son tan fáciles que, sobre la marcha apunté los ingredientes y me propuse prepararlos a la primera ocasión que se presentara, que llegó a los pocos días con esta propuesta. Mi receta cambia el azúcar por sirope de ágave y utiliza yogur sin grasa, pero por lo demás, es igual.

Ingredientes:
500 gr. de yogur griego 0% grasa (yo utilizo el cubo que venden en Lidl)
2 mangos maduros y firmes
100 gr. de sirope de ágave (esta cantidad se puede ajustar a nuestro gusto)
6 cucharadas de leche de coco
La ralladura y el zumo de una lima 



La preparación no puede ser más sencilla: por una parte, mezclamos el yogur y la leche de coco con la mitad del sirope, (probamos hasta que esté endulzado a nuestro gusto). Por otra, trituramos la mitad de los mangos (la parte más blanda) con el zumo y la ralladura de lima y el resto del sirope. Mezclamos esto con el yogur y le añadimos el mango restante cortado a daditos. Introducimos la mezcla en los moldes de polo y lo llevamos a congelador un mínimo de 4 ó 5 horas. ¡Y ya está!


Están realmente buenos y podemos estar tranquilas de que nuestros niños están disfrutando de un postre bien rico y sano, además tiene todas las posibilidades de variación que nos queramos imaginar: fresas, moras, melocotones, cerezas, y en versiones más 'pecaminosas, chocolate y lacasitos, dulce de leche y trocitos de galleta...


Como no cabía toda la preparación en los moldes de polo, coloqué el resto en unas flaneras que llevé también al congelador. Servidas con una salsita de chocolate, ¡maravillosas!


Pasaron sin problema la exigente cata de sus destinatarios.


Precioso reto, ¡un placer haber participado!