Ingredientes:
500 gr. de harina de fuerza
300ml de agua tibia
50 ml. de aceite de oliva virgen extra
3,5 gr. de levadura seca de panadería
10 gr. de sal
150 gr. de aceitunas negras picadas
Disolver la levadura en el agua y mezclar con la harina y el aceite. Añadir la sal y amasar hasta hacer una bola. Extender la masa sobre la encimera y disponer las aceitunas sobre ella. Doblarla y seguir amasando. Como las aceitunas aumentan la humedad de la masa, ésta se pondrá pegajosa y necesitará un rato de amasado para recuperar textura. Yo he seguido el método Bertinet, que es muy eficaz para conseguir que una masa pegajosa se vuelva lisa y elástica sin tener que añadirle harina. Cuando la masa esté lista, colocarla en un bol amplio y engrasado con aceite para que doble su tamaño. Cuando esto ocurra (al cabo de unas dos horas), la extendemos sobre la encimera ligeramente enharinada con suavidad en forma de rectángulo y la cortamos en tres trozos triangulares.
Colocamos cada porción sobre papel de horno y le practicamos los cortes típicos de la fougasse con un cuchillo afilado, abriéndolos un poco con los dedos para que no se cierren durante el horneado. Dejamos reposar mientras calentamos el horno a 180º y horneamos unos 15 ó 18 minutos, hasta que los panes estén dorados.
El resultado es un pan crujiente y sabroso, al que las aceitunas le dan un toque delicioso, se puede comer acompañado de embutidos, pero solo está buenísimo.
Seguro que lo repetiré a menudo, me parece un lujo para las comidas y cenas veraniegas.
Bueno, ahora toca visitar los demás blogs participantes para conocer las diferentes versiones de este precioso pan. Aquí las conoceremos.